UN AROMA ANCESTRAL CONVERTIDO EN OPORTUNIDAD DE DESARROLLO

La recién aprobada Ley 485 que promueve incentivos al cultivo del cacao viene a robustecer el aroma del OREBA que nos transporta a un mundo de sabores, olores y sensaciones que sólo un producto ancestral, sagrado y bendito regalado por la madre naturaleza conocido a nivel mundial como el chocolate puede generar un cambio sostenible en las familias que se dedican a su cultivo. Este producto ancestral ocupa un espacio a nivel mundial en el ranking de cacao de aroma, convirtiéndose en uno de los granos no tradiciones en auge producido por agricultores nativos de Bocas del Toro y especial la comunidad de Tierra Oscura.

Desde Finca Don Andrés , estamos seguros que unos de los factores clave  incluye el desarrollo sostenible de los productores de cacao  donde la mujer indígena  encontró el resultado de todo un esfuerzo de las conversas en la cocina y en la libranza para aprender desde la oralidad y la tradición ancestral los secretos del padre sol, la madre luna y los hermanos agua y viento que alimentan, dan color, sabor y fuerza al fruto dulce que hoy revuelve y enseña a las otras generaciones, pero que también le dio la oportunidad de hacer parte activa de un movimiento social propio de mujeres que diseñan crean y fortalecen la Ruta del Cacao en FINCA DON ANDRES  que le permitió crear su empresa productora, y desde ahí con amor y constancia poder aportar al desarrollo de su comunidad tal como lo soñó su fundador el Sr. Andrés Moses Baena.

Es por ello que hoy este sector debe ser reconocido fortalecido y se prepara para mostrarle al mundo el potencial económico y de desarrollo que el Cacao ofrece desde una región llena de tradición, empuje y  técnicas ancestrales que realizan una alianza con las nuevas tecnologías que le permitirán competir a nivel mundial en calidad precio y sabor permitiendo que las mujeres panameñas sigan produciendo la aroma sensual, única y armónica que la tierra bella de encuentro de dos mares hoy le regala al mundo, en el fruto bendito llamado CACAO.

Dedicado en Memoria de quinto aniversario de su desaparición física.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *